Ciudad Lineal
Más que un concepto urbanístico, un estilo de vidaCiudades Tóxicas

Artículo de:
Carlo Stella
Estudiante en la Universidad Autónoma de Madrid, es un amante de la historia y el urbanismo.
La utopía de la Ciudad Lineal:
un verdadero ejemplo a seguir.
Análisis del corto “Ciudad Lineal” de Riccardo Bertoia
La mayoría de nosotros vivimos en ciudades disfuncionales, mal urbanizadas y sin planificación. Parecen la irregular unión de distintos núcleos de población, rellenados por poblados y urbanizaciones individuales y fuera de contexto: y en realidad, así lo es.
Pero si hubo un pensador pionero que quiso plantear soluciones a nuestro modelo urbanístico fue Arturo Soria y Mata. Entre tantas cosas que fue, destaca su labor de pensador urbanista teorizado en el concepto de Ciudad Lineal. A través de esta forma se perpetua la ciudad siguiendo un esquema organizado y estructurado alrededor de una arteria principal. Si la urbanización de las ciudades se construye alrededor de las edificaciones existentes en la geometría urbana -descontrolada e irregular-, entonces el concepto de ciudad lineal conduce a la perfección urbanística.
Y precisamente en el cortometraje-documental “Ciudad Lineal” el profesor Riccardo Bertoia pone de manifiesto los principios de Soria y Mata, a través de un análisis del modelo existente de ciudad en el que vivimos. Yo me limito a analizar, desarrollar y poner de manifiesto sus puntos.
La ciudad existe como respuesta a las necesidades humanas de vivir en sociedad. Lo que ocurre es que esta necesidad se ha antepuesto a los criterios de orden, racionalidad y lógica que necesita el humano para vivir dignamente, logrando edificar ciudades de forma rápida sin alguna planificación y basadas en las necesidades inmediatas. Esto solo lleva a la dispersión, irregularidad y desorden.
Bertoia pone de manifiesto la importancia de la figura del arquitecto en la creación del universo (ej. de ahí surgen las religiones y la cuestión existencial básica de la creación). Por lo tanto, es importante la figura del arquitecto en la construcción de una vivienda peor más aun en la construcción de una ciudad, que es el conjunto de viviendas individuales unidas por los servicios e infraestructuras que la conforman. Sin embargo, la figura del urbanista -como cerebro planificador de la ciudad- se desestima, cómo si la ciudad se planificara por si sola después de que se hayan priorizado las construcciones individuales irregulares.
… surgen las grandes desigualdades de nuestra sociedad. Los barrios marginales, el chabolismo, las infraviviendas, los poblados obreros, los poblados dirigidos, las unidades vecinales de absorción…
Uno de los principales problemas urbanísticos del último siglo ha sido la migración masiva hacia las ciudades, creando un desequilibrio poblacional. El campo se abandona y las ciudades se congestionan. La ciudad crece en población a un ritmo superior al que puede satisfacer para permitir un mínimo de orden y calidad en la vivienda y los servicios.
Y de esto último surgen las grandes desigualdades de nuestra sociedad. Los barrios marginales, el chabolismo, las infraviviendas, los poblados obreros, los poblados dirigidos, las unidades vecinales de absorción…etc., son ejemplos de este contraste entre el sueño de vivir en una ciudad moderna, con servicios y comunicada, y el infierno de una ciudad pobre, agobiante, hacinada e insalubre. Puede parecer mentira, pero en Madrid hay poblados vecinales de absorción que siguen en pie 60 años después, y viviendas obreras de pésima construcción que carecen de aislamiento energético y ascensor. Al margen de esto encontramos opulentos chalés y villas independientes con piscina y todos los lujos: todo dentro de un mismo barrio o distrito. La ciudad se vuelve entonces un sinónimo de contrastes: riqueza mal distribuida, desigualdades, estilo de vida ficticio, opulencia y pobreza…etc. Riccardo Bertoia lo compara con “sepulcros desgastados con preciosas decoraciones pero que en el interior se pudren”.
Esta situación hace que hayamos creado ciudades tristes, agitadas e insanas: falta la figura del urbanista como artífice de los principios científicos de la ciudad. Y Arturo Soria era consciente de estos retos mucho antes de que el campo se industrializara y viera con sus propios ojos el éxodo rural, el abarrotamiento de las ciudades y la especulación en las mismas. Soria y Mata fue el primer intelectual que trató el urbanismo como una ciencia, había incluso dedicado una revista denominada “La Ciudad Lineal” en la que trataba estos temas.
El desastre urbanístico de nuestras ciudades provoca el hacinamiento y la competición de recursos, luchando por hacerse con bienes cada vez más pequeños, pero mejor situados, otorgándole un valor monetario ilógico a un espacio insignificante, por no decir ridículo. Bertoia pone el ejemplo del trabajo de las abejas por construir colmenas organizadas, luminosas y espaciadas mientras que el humano “sufre en viviendas abarrotadas envueltos en una lucha despiadada”. Y esta lucha despiadada es la lucha del “qué dirán”: el ego, la apariencia, el demostrar que, la ambición personal…etc. En comparación, los animales -aun ignorando los principios de geometría y arquitectura- construyen comunidades mucho más efectivas. Las abejas construyen colmenas que obedecen reglas fijas y “adecuadas al propósito de las mismas, asegurando la vida a sus habitantes y siguiendo principios racionales”. Sin embargo, las grandes ciudades humanas obedecen a todo lo opuesto.
… urbanizaciones cerradas y casas construidas alrededor de espacios centrales e interiores. Vivimos como ciudadanos totalmente desvinculados con nuestro entorno y nuestros espacios exteriores.
Siguiendo con esta línea de pensamiento expuesta podemos hacernos la idea de que las ciudades son espacios individualistas y egoístas, difíciles y solitarios. En Madrid, a pesar de decir que es una ciudad volcada a la calle, también es cierto decir lo opuesto: es una ciudad volcada en su interior, con sus urbanizaciones cerradas y casas construidas alrededor de espacios centrales e interiores. De tal forma la estética y el orden exterior no importa, por eso vemos desunión e irregularidad en la forma en la que los vecinos de un mismo condominio se cierran las terrazas o cambian las persianas. Esto demuestra la ciudad egoísta volcada en su interior.
Las nuevas edificaciones no van por mejor línea. Asistimos a la construcción de infinitas hileras de chalets adosados -individuales e impersonales- o la construcción de numerosas urbanizaciones con sus espacios privados interiores -piscinas y servicios-. Esto no hace más que potenciar el individualismo, o el colectivismo relativo (de su comunidad o condominio) a la hora de defender los intereses de todos. Vivimos como ciudadanos totalmente desvinculados con nuestro entorno y nuestros espacios exteriores. En lo político se podría incluso afirmar que la estructura de la ciudad determina la ideología política de la misma.
Bertoia sugiere que las ideologías comunistas y socialistas responden al problema habitacional de nuestras ciudades. Basándonos en la Ciudad Lineal y en su harmoniosa convivencia, el nacimiento de dichas ideologías no hubiera tenido lugar. Este es un punto muy interesante sobre el que podemos reflexionar. Incluso se puede decir que el modelo actual de nuestras ciudades es el responsable de mucho de nuestros males -la droga, el crimen, la violencia-, como respuesta a un espacio de vida desestructurado, contrastado, infeliz e irregular.
Por último, debemos analizar la compatibilidad del campo con la ciudad. Nuestras ciudades actuales viven un proceso de alejamiento y desconexión con las raíces de nuestra humanidad. Sufrimos un grave problema de desarraigo con nuestra tierra. ¿Cuántos de nosotros sabemos cultivar nuestros alimentos?, ¿Cuántos somos conscientes de los recursos necesarios para obtenerlos? …etc., quizás si supiéramos esto, valoraríamos más nuestros alimentos. No puede pretenderse que sea un problema individual, es más bien un problema colectivo fruto de la manera en la que se han ideado nuestras ciudades. Nuevamente, en este aspecto Arturo Soria ya había propuesto una solución a esta inevitable desconexión con el campo.
… la ciudad de Soria solucionaba todos los problemas de sobre-población que existían en las ciudades… Contribuía a logar los objetivos de justicia, higiene y servicios planteados en cualquier ciudad.
El modelo de Arturo Soria
Arturo Soria y Mata era toda una figura poliédrica. Fue un político, inventor, arquitecto y matemático que nos trajo la más grande genialidad del urbanismo. No podía permanecer de brazos cruzados a la hora de exponer sus inquietudes para lograr una sociedad más justa, mejor y más saludable. Consciente de los retos de la época: especulación en las ciudades, malas condiciones de vida en los centros, problema habitacional, esclavitud (en América) y trabajos de fábrica penosamente remunerados…etc., él quería construir una ciudad harmoniosa. Su ciudad se llamaba la Ciudad Lineal.
Este prototipo de ciudad se basada en un eje principal que era la calle principal, donde trascurrían los peatones, ciclistas, vehículos y transporte público (tranvía). Donde las casas se construirían en calles perpendiculares de no más de 500 metros, donde pudieran convivir los obreros con los más ricos de la época. En su modelo la convivencia primaba entre todos. Se terminaba por fin la competencia por recursos y derechos básicos -agua, sol, luz, aire-, antaño visibles entre ricos y pobres, forzando a estos últimos a vivir en sótanos o buhardillas insalubres.
Los solares se dividían en manzanas, siendo el solar más pequeño de 400m2 y donde el precio del solar estaba marcado por la proximidad a la arteria principal de transporte. Siguiendo esta idea la ciudad se podría extender hacia el infinito o como una circunvalación a la misma. La comunicación seria fluida entre todos los puntos y se evitaría la especulación urbana ya que todos los terrenos estarían unidos a través del eje principal de comunicación. El pilar básico del proyecto era la linealidad, consiguiendo así todos los servicios necesarios -agua, luz, transporte- de una forma económica y para todos sus habitantes.


La ciudad de Soria solucionaba todos los problemas de sobre población que existían en las ciudades: falta de espacio, falta de suministros y servicios, estratificación social, hacinamiento…etc. La edificación de la Ciudad Lineal contribuía a logar los objetivos de justicia, higiene y servicios planteados en cualquier ciudad. Es más, siguiendo lo comentado anteriormente sobre la desconexión de las ciudades con el campo, Soria proponía algo único. El lema del proyecto era: “Para cada familia una casa; en cada casa una huerta y un jardín”. Era todo un adelantado en su época, ya que anticipó los problemas que sufrirían las ciudades en el futuro.
La ciudad de Soria no se limitaba únicamente a la solución habitacional. Iba más allá: tocaba los temas de servicios, abastecimiento y cultura. Propuso un autoabastecimiento rodeando su ciudad de cooperativas agrícolas y unos servicios mínimos de cultura: deporte, ocio y restauración. Era una ciudad ideada para contener toda la infraestructura y servicios para poder llevar una vida digna y saludable. Planteaba la convivencia perfecta entre las personas y la dotación de servicios básicos, lo que la hacían pionera en ser una ciudad modelo, sostenible y autosuficiente.
Quizás fue precisamente por eso, por ser tan vanguardista, moderno y utópico, que el proyecto no llego a culminarse en su totalidad. Mientras tanto, no queda otra que disfrutar de nuestras ciudades tóxicas.
Carlo Stella