Ciudad Lineal
Más que un concepto urbanístico, un estilo de vidaBenito Guitart i Trulls y la Ciudad Lineal

Artículo de:
David Miguel Sánchez Fernández
David Miguel Sánchez Fernández, apasionado de la historia, más en concreto la de Madrid sobre la que ha escrito varios libros y artículos.
Tal vez, el haber crecido entre las ruinas de la Ciudad Lineal, fue el motivo que le impulsó a indagar en archivos y bibliotecas y, tras años de investigación reconstruir parte del gran puzle lineal y publicar “Un paseo por la Ciudad Lineal” (2010).
Don Benito Guitart i Trulls nació en Barcelona el 12 de agosto de 1866 donde estudió arquitectura y se tituló en 1890. A partir de 1895 se afinca en Madrid y es aquí donde comienza a trabajar con su cuñado Felix Sivilla i Prats propietario de “Sivilla y Cía.”, empresa dedicada a la fundición y mecanización. Allí conoce a Miguel Munar i Cona con el que tras disolver “Sivilla y Cía” funda hacia 1896 “Munar y Guitart”, que se dedicará principalmente a la fabricación de elevadores y montacargas.
Por otra parte don Benito sigue ejerciendo su profesión de arquitecto, dando como fruto decenas de edificios en nuestra capital e incluso en la Ciudad Lineal tales como el maravilloso Colegio para Huerfanos de la Armada Nuestra Señora del Carmen, o la iglesia del mismo nombre en el Cerro de la Cabaña.
“Munar y Guitart” trabajará mano a mano con la “Compañía Madrileña de Urbanización” en sus pequeños y grandes proyectos tales como el propio parque de diversiones donde construirán toda la armadura metálica del teatro, restaurante y frontón.





En enero de 1906 Benito Guitart adquiere un solar en la Ciudad Lineal correspondientes a tres lotes de terreno 4 – A, B, C de la manzana 90 de la Ciudad Lineal a don José Ballet.
Una parcela de forma alargada de 20 metros de fachada a la calle de Arturo Soria nº 352 y 60 de fondo a la calle de Hernández Rubín nº1.
El solar estaba situado en lugar privilegiado puesto que se encontraba junto al Hotel Rubín propiedad de la familia Soria, muy cerca del kiosco principal y frente al gigantesco solar que ocuparía el parque de diversiones y teatro de la Ciudad Lineal.
El terreno que ya se encontraba cercado se convirtió pronto en finca de recreo para pasar un día de campo. En la parcela existía únicamente una pequeña construcción a modo de cobertizo que servía para guardar los trastos y enseres. Se encargó un sondeo para abastecer a la finca de agua, y se instaló un motor de la marca AEG con un caballo de vapor para el riego de los más de 100 pequeños árboles con que contaba la parcela.
Una desconocida calle de Arturo Soria aun despoblada de sus gigantescos árboles. En el centro de la imagen el Hotel Rubín, y tras la joven la parcela de don Benito Guitart aun sin edificar.

Una desconocida calle de Arturo Soria aun despoblada de sus gigantescos árboles. En el centro de la imagen el Hotel Rubín, y tras la joven la parcela de don Benito Guitart aun sin edificar.
En 1907 comienza la construcción bajo un proyecto propio de un edificio en el margen posterior de la finca, lindando con la parcela contigua propiedad de don José María Hernández conocida como Villa Lolita.
La casa se construirá en un periodo corto de tiempo y llamará especial atención por los esgrafiados y murales florares de sus fachadas y dinteles. Por supuesto se añadieron muchos detalles provenientes de los talleres “Munar y Guitart”.
Del mismo modo la parcela es totalmente reorganizada creando amplios paseos y preciosos parterres.


El hotel Rubín visto desde la terraza del kiosco Principal, a su derecha se ve el hotel Guitart recién construido.
Aprox. 1908. (La Ciudad Lineal de Arturo Soria)
Desde la puerta de entrada de la finca hasta la casa había unos 45 metros de paseo hasta llegar a la casa, casi a los pies del edificio se construyó una plazoleta de 20 metros de diámetro que fue adornada en su centro por un precioso macizo de flores. A ambos lados flanqueando el paso preciosos ejemplares de castaños de indias y en su base lirios y rosales trepadores.
La casa que se levantaba en dos alturas, su estructura se había realizado con fábrica de ladrillo macizo y forjados de hierro, cubierta de madera y teja plana con tejados a dos aguas. Las fachadas habían sido enlucidas con mortero a la catalana y coloreado en blanco, destacando en sus tres caras vistas los esgrafiados florales modernistas de gran tamaño. Sobre puertas y ventanas se instaló un mosaico realizado en azulejos ornamentales de color rojizo y negro.
Resaltaban especialmente los trabajos de forja realizados en los talleres de “Munar y Guitart” tales como los cuatro pilares de entrada al atrio, la reja de su puerta principal de entrada a la casa, las barandas de balcones y escaleras o las preciosas rejas de sus ventanas.

Planos de alzados y plantas del primitivo hotel Guitart, cerca de 1908.
Dibujo: David Miguel Sánchez Fernández
El amplio y alto porche de entrada al que se podía acceder desde dos gigantescos huecos se había orientado al norte para conseguir un fresco ambiente, mientras que el salón y comedor se disponían en la cara sur de la casa. Los dos amplios huecos se habían decorado con cuatro columnas de forja anteriormente mencionadas. Existían dos puertas de acceso en el porche, una que conducía directamente a un vestíbulo que conectaba con la habitación del servicio y la cocina, y otra, más grande y con una bonita reja de dos hojas que nos daba paso al salón comedor, muy amplio y luminoso. Todo el piso de la planta baja era de baldosín hidráulico imitación de mosaicos de vivos colores, y sus paredes habían sido adornadas con pinturas al temple en tonos claros, quedando los techos engalanados con grades molduras y florones de escayola. Llamaba especial atención el arranque de la escalera que comenzaba en el salón y discurría en diferentes niveles, con varios descansillos siendo esta muy cómoda. Poseía una preciosa barandilla de hierro con pasamanos de madera y peldaños de fábrica revestidos en baldosín.
El piso superior al igual que la planta baja gozaban de magnifica luz natural, y en ella se había instalado una gigantesca sala de usos varios, un gran dormitorio principal, otro más pequeño y un cuarto de baños con todos sus accesorios. En la planta segunda o de cubiertas se distribuyeron dos grandes dormitorios abuhardillados con armarios trasteros.

Espectacular imagen de un globo aerostático surcando los cielos de la Ciudad Lineal entre el hotel Guitart y Villa Rubín.

El hotel Guitart visto desde la calle de Hernández Rubín.
Colección “La Ciudad Lineal” Postal nº 77 de la serie 3.
En el año 1909 don Benito se traslada a su nueva casa y pocos meses después se adhiere a la Sociedad de Cultura de la Ciudad Lineal y pasa a ser inmediatamente presidente del teatro.
Desde ese momento aumenta aún más el estrecho contacto con la “Compañía Madrileña de Urbanización” (CMU) después de haber colaborado activamente en la construcción de la estructura metálica del teatro del parque de diversiones.
En 1910 los Sres. de Guitart y su familia se integran plenamente en la vida cotidiana de la barriada, colaborando en actos benéficos como el celebrado en la navidad del mismo año cuando donaron para los niños más desfavorecidos varios juguetes, entre ellos una muñeca, una caja con ovejas, un rompecabezas y dos caballos.
Durante este periodo “Munar y Guitart” trabajó conjuntamente con la CMU en la construcción de diferentes hoteles y villas de la zona, realizando maravillosos trabajos de forja y cerramientos, pilares de sustento, rejas y pabellones acristalados. Estos trabajos quedaron claramente plasmados en edificios como la Casita Blanca, Villa Sotera, Villa Ossa o Villa Elisa.



Trabajos realizados por “Munar y Guitart” en la Ciudad Lineal en diferentes edificios de la barriada. Aun hoy en día se puede comprobar su autenticidad en el sello del fabricante en algunas de las columnas de estos edificios.
(Revista La Ciudad Lineal)
En 1912 se le encarga la construcción del escenario para el teatro al aire libre o Kursaal, después de que años atrás hubieran levantado el graderío del frontón. Tanto la estructura del escenario como los graderíos fueron realizados en los talleres de Benito Guitart y su socio. Esta maravillosa obra fue absorbida por los estudios CEA borrándola por completo.
Simultáneamente el Sr. Guitart estaba trabajando en el que sería el mayor proyecto de la Ciudad Lineal y de la propia CMU, el Colegio para Huérfanos de la Armada (C.H.A.) en la manzana 69, obra que ha perdurado estática e inmortal con el paso de los años.

Aspecto que presentaba a mediados de los años 10 el Kursaal o teatro al aire libre del parque de diversiones de la Ciudad Lineal.
Revista La Ciudad Lineal

Don Benito Guitart junto a S.S.M.M. don Alfonso XIII en el momento de colocar la primera piedra del Colegio Huerfanos de la Armada.
Blog: Pinceladas de la historia Bejarana

Don Benito Guitart en su despacho.
Blog: Pinceladas de la historia Bejarana

La impresionante fachada del CHA diseñado por don Benito Guitart i Trulls en la Ciudad Lineal.
Colegio de Huérfanos de la Armada «Nuestra Señora del Carmen»
En 1913 se proyecta una ampliación para su casa, adquiriendo medio lote de terreno de 10 metros de fachada por 20 de fondo en la calle de Hernández Rubín, proporcionando luz natural a la vivienda desde los cuatro costados y eliminando de esa forma la extraña fisonomía original contradiciendo los preceptos de la Ciudad Lineal.
La casa conservó en parte su original fisonomía, pero se le añadió un cuerpo posterior que fue plenamente integrado en la construcción original, respetando los mismos detalles de decoración. El amplio porche atrio fue convertido en un precioso hall invernadero de entrada a la casa, sellando sus huecos con estructuras metálicas y de cristal.

Planos de alzados y plantas del hotel Guitart, 1914.
Dibujo: David Miguel Sánchez Fernández
El comedor se trasladó a la parte posterior de la casa y en su lugar se colocó una maravillosa mesa de billar dejando este espacio para el ocio y esparcimiento. En uno de los rincones del salón de billar, bajo el primer tramo de la escalera se instaló una chimenea francesa. En el otro extremo de la casa, y con acceso directo al jardín se situó la cocina, con una despensa incorporada.

Nuevo vestíbulo de entrada, obsérvese la reja de la antigua ventana de la habitación de servicio que quedó integrada en el interior de la casa.
Revista La Ciudad Lineal

La sala de billar donde arrancaba la escalera, bajo ella la chimenea y al fondo el comedor.
Revista La Ciudad Lineal

Un aspecto exterior del Hotel Guitart a mediados de los años 10.
Revista La Ciudad Lineal

El suntuoso comedor de la casa.
Revista La Ciudad Lineal
La planta primera también se reformó por completo, se añadieron un dormitorio más y una amplia terraza azotea. Se reformó el baño y se construyó un W.C. independiente, se habilitaron otras zonas como un cuarto de costura y el gran dormitorio principal se convirtió en el despacho y estudio del señor Guitart.
En la planta segunda se destinó más espacio para para almacenaje y se reformaron los dormitorios existentes, creando incluso un cuarto de revelado fotográfico.


Dos impresionantes imágenes tomadas desde la azotea del hotel Rubín, se observa la ampliación en la parte posterior donde se instaló además un garaje, lavadero, casa de servicio, gallineros y conejeras.
Revista La Ciudad Lineal


Detalles de los magníficos trabajos de forja realizados en la puerta de entrada a la casa y las rejas de todas las ventanas del piso inferior.
Revista La Ciudad Lineal
Hacia 1920 don Benito Guitart se embarca en el un nuevo proyecto que aunque directamente no fuese concerniente a la Ciudad Lineal, se encontraba muy cerca de sus límites. Se trataba de la parroquia auxiliar de Canillas que se levantaría en el Cerro de la Cabaña, muy cerca de la calle posterior Occidental y de la carretera de Hortaleza, actual López de Hoyos.
La marquesa de Amboage, doña Faustina Peñalver dejó redactado en su testamento antes de morir en 1916 el deseo de construir una iglesia, un barrio obrero, una escuela y cuantos servicios fueran necesarios para la perfecta convivencia en unos terrenos que ella había adquirido en el Cerro de la Cabaña.
El proyecto del barrio obrero firmado por Guitart en 1920 se llevó a cabo en los siguientes años, pero no sería casi hasta pasada la fatídica Guerra Civil, cuando el templo, dedicado en un principio a Ntra. Sra. Del Carmen abriera sus puertas, al igual que el resto de los equipamientos construidos que se resumieron a 24 casitas obreras de las 300 proyectadas.

Un aspecto de la iglesia de Ntra. Sra. Del Carmen convertida ya en San Juan Bautista en los años 60

Los planos de alzado y planta de la iglesia de Ntra. Sra. Del Carmen realizado por Guitart.
Planos extraídos de Guía de Madrid. COAM
Foto de las 24 casitas aun sin habitar en 1930 tomada desde lo alto de la torre de la iglesia.
Foto: Alfonso 011963

Foto de las 24 casitas aun sin habitar en 1930 tomada desde lo alto de la torre de la iglesia.
Foto: Alfonso 011963

El antiguo hotel Guitart en el año 1941
ARCM Santos Yubero
La Guerra Civil creó un punto y aparte en la vida de todos los españoles, la Ciudad Lineal quedo despoblada en gran parte de sus moradores. Los flamantes chalets quedaron vacíos o bajo supervisión del servicio y los guardeses.
El hotel Guitart quedo desocupado, desconocemos si sus moradores se trasladaron a su tierra natal o al piso que poseían en Madrid. Finalizada la contienda la Ciudad Lineal a pesar de no estar en el punto de mira, ni ser frente de Madrid quedo arrasada. El pillaje y las necesidades hicieron mella en todos aquellos jardines que quedaron vacíos, olvidados por sus antiguos moradores que vivieron los locos años 20, la “Belle Époque” de nuestro país en todo su esplendor.
Las puertas de sus fincas y contraventanas esperaban la llegada de aquel propietario que amó su remanso de paz, la paz que desapareció y en muchos casos hizo desaparecer a sus moradores. Las casas, muchas incautadas durante la batalla, sufrieron muchos desperfectos, algunas fueron recuperadas por sus propietarios, otras olvidadas.
En 1941 el hotel Guitart pasó a manos del gobierno, y se instaló en el edificio una Escuela Laboral Nacional Sindicalista de capacitación social de trabajadores por la que pasarían cientos de obreros para fomentar sus profesiones. El primer grupo que asistió en Marzo de 1942 estaba formado por 30 hombres, 20 de ellos de Asturias y el resto de Riotinto del ramo de la minería.
El fotógrafo Martín Santos Yubero retrató en esta simpática instantánea a un pintor realizando su trabajo. La foto no tendría más valor que ese si no fuera porque en ella podemos ver claramente varios detalles del edificio. Obsérvese el trabajo de forja de los dos pilares que sustentaban el hueco principal de su fachada realizados por el taller de “Munar y Guitart”, y un minucioso detalle de los esgrafiados florales modernistas que decoraban sus muros y que a pesar de los avatares de la historia se siguieron conservando.
ARCM. Santos Yubero

El fotógrafo Martín Santos Yubero retrató en esta simpática instantánea a un pintor realizando su trabajo. La foto no tendría más valor que ese si no fuera porque en ella podemos ver claramente varios detalles del edificio. Obsérvese el trabajo de forja de los dos pilares que sustentaban el hueco principal de su fachada realizados por el taller de “Munar y Guitart”, y un minucioso detalle de los esgrafiados florales modernistas que decoraban sus muros y que a pesar de los avatares de la historia se siguieron conservando.
ARCM. Santos Yubero
En un artículo de ABC de marzo de 1942 se anuncia la apertura del centro, entre sus líneas se describe el recinto:
LA ESCUELA.
La fundación ocupa un magnífico lugar en la calle de Arturo Soria, en la Ciudad Lineal. Consta de jardín planta baja y dos pisos. La planta baja se compone de recibimiento, comedor, clases, despachos y cocinas. El primer piso tiene una salita de estar, dormitorios, cuartos de baño y terrazas, y la segunda planta la ocupan dormitorios y los roperos. En el patio han sido instaladas las duchas.
ABC. Martes de marzo de 1942. Edición de la mañana.
El ministro de trabajo José Antonio Girón de Velasco presidio el acto de inauguración de la Escuela Laboral, donde reunieron honores dos centurias del pelayos y flechas los vecinos Hogares de Auxilio Social: Hogar Azul (Villa Ossa), Alto de los Leones (Villa Rubín o Ceres) y Hogar Pizarro.


La antigua finca del Sr. Guitart según el plano catastral de los años 50.
Aparecen publicaciones en varios diarios durante los años siguientes, pero finalmente se pierde el rastro. No sabemos si el edificio siguió siendo propiedad de la familia Guitart o paso directamente a manos del gobierno. El inmueble siguió en pie a pesar de que don Benito Guitart falleciese el 8 de febrero de 1947 a los 80 años de edad en Madrid.
A mediados de los años 50 todos los números pares de la calle Hernández Rubín fueron expropiados y derribados para la construcción de la avenida de América actual N-II que sería el enlace directo desde el centro de la capital y el moderno aeropuerto internacional de Barajas. Solo los números impares siguieron en pie, incluso la calle vio menguada su anchura.
El hotel Guitart siguió al borde de la autopista, junto al puente conocido como de la CEA por muchos años más, lo atestiguan muchas imágenes incluso domésticas en las que aparece de fondo el inmueble.




Varias imágenes aéreas en los años 1930, 1940 y 1950, se aprecia que despues de la guerra la frondosidad del jardin y de las calles se vio muy menguado.

Un aspecto de la moderna Avenida de América dirección a Madrid en los años 60. En el lateral derecho se ve el hotel Guitart frente a los Estudios Cinematográficos CEA.

El puente de la CEA visto desde el paso de la calle Torrelaguna a principio de los 70. A la izquierda aparece el solar de los estudios cinematográficos y al fondo el hotel Guitart.
A principios de los años 70 el edificio se encontraba ya en ruinas, abandonado, desangelado y vandalizado, lo que llevó a un inevitable final en 1975. El solar quedo vacío durante muchos años manteniendo únicamente su tapia que cercaba un montón de escombros y matorrales.
En 1987 el solar fue deforestado por completo y se construyó en él unos modernos chalets de lujo con piscina individual en el ático más una colectiva, forrados de mármol blanco y de forma piramidal se les denominó residencial Casablanca.

Una de las últimas imágenes del hotel Guitart poco antes de su demolición.
Archivo Oronoz


Los famosos chalets de lujo que se construyeron a finales de los 80 en el solar del hotel Guitart.

Los famosos chalets de lujo que se construyeron a finales de los 80 en el solar del hotel Guitart.
La historia no tendría ningún misterio si no fuese porque poco más de una década después, los chalets fueran derribados. El solar fue reedificado y en su lugar se levantó un moderno edificio de oficinas que ostenta el actual número 122 de Arturo Soria.

Aspecto actual del solar donde estuvo el hotel Guitart.
David Miguel Sánchez Fernández.
Especial agradecimiento por su colaboración a:
Ricardo Márquez Ruiz.
Fuentes y datos:
– Blog: Pinceledas de la Historia Bejarana. «Benito Guitart Trulls, un arquitecto catalán en el Bejar de hace 100 años.»
– Blog: Historias Matritenses. «El Cerro de la Cabaña – Barrio desaparecido de Madrid (1 y 2 Parte).»
– Blog: Historias Matritenses. «Iglesia de San Juan Bautista – El Cerro de la Cabaña.»
– Hemeroteca ABC.
– Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Fondo Martín Santos Yubero.
– Biblioteca Nacinal. Hemeroteca. Revista La Ciudad Lineal.
– La Fototeca. Agencia de noticias EFE.